Los Jefes de Estado y/o de Gobierno de la UE, a excepción de Reino Unido, adoptaron en la capital italiana la “Declaración de Roma”, con motivo de la conmemoración del 60 Aniversario de la Unión Europea. En dicha Declaración se recuerda la validez de los valores en los que se basa la UE y se defiende la unidad como una necesidad. Asimismo, se reafirma que la Unión es indivisa e indivisible y se reconoce la posibilidad de que la integración tenga lugar a ritmos diferentes y con distinta intensidad cuando sea necesario. Además, tras constatar los retos sin precedentes a los que se enfrenta la UE, la declaración señala cuatro grandes prioridades a diez años vista: 1) Una Europa segura y protegida, con una política migratoria eficaz; 2) Una Europa próspera y sostenible, que genere crecimiento y empleo, competitividad e innovación, especialmente para las PYME; 3) Una Europa social, que promueva la cohesión y convergencia, comprenda la diversidad nacional y el papel de los interlocutores sociales, y luche contra el desempleo; y 4) Una Europa más fuerte en la escena mundial. Por su parte, el Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, subrayó el europeísmo de la sociedad española, el consenso de las fuerzas políticas españolas sobre la necesidad de seguir avanzando en la construcción de la UE y la experiencia de un país que también, gracias a Europa, ha conseguido dar un salto inimaginable en su prosperidad y nivel de vida. Asimismo, valoró positivamente que haya una referencia muy clara a seguir profundizando en el Mercado Único, e indicó que la aspiración de España es que en su día haya un presupuesto europeo que permita atender a aquellos países que en un determinado momento están en una situación de mayor dificultad, así como un Tesoro europeo que emita en los mercados (eurobonos).
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