Cuando en el Reino Unido votaron a favor de abandonar la Unión Europea en el 23 de junio de 2016, estaba claro que las empresas deberían afrontar cambios. Las empresas continuan gestionando este cambio y la incertidumbre con compromiso, determinación y una claro mensaje: el resultado final debe ser un acuerdo coherente que ofreczca el mejor resultado para cada región y cada sector de la economía del Reino Unido.

 

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