El Brexit sigue su curso. La Cámara de los Comunes, tras debatir durante dos días, aprobó por 498 votos a favor y 114 en contra el proyecto de ley del Gobierno británico sobre la activación del mecanismo de salida de Reino Unido de la UE. De esta manera, el calendario previsto por la Primera Ministra británica, Theresa May, sigue adelante, de modo que Reino Unido invoque en el próximo mes de marzo el artículo 50 del Tratado de la UE para iniciar las negociaciones de salida. Asimismo, el Gobierno de May presentó un día después ante los parlamentarios el llamado “Libro Blanco” con los detalles de los objetivos de la citada negociación de salida. Dicho documento, de 77 páginas, no revela nada nuevo al discurso de la Primera Ministra el 17 de enero, y se estructura en torno a los 12 objetivos ya mencionados, insistiendo en cumplir así con la decisión del pueblo británico de dejar de formar parte de la Unión Europea: 1)Proporcionar certeza y claridad, 2) Tomar el control de sus propias leyes, 3) Fortalecer la unión del país, 4) Proteger los lazos históricos con Irlanda y mantener el espacio de circulación común, 5) Control de la inmigración, 6) Asegurar los derechos de los nacionales europeos en Reino Unido y viceversa, 7) Proteger los derechos de los trabajadores, 8) Asegurar un comercio libre con los mercados europeos, 9) Lograr nuevos acuerdos comerciales con otros países, 10) Hacer que Reino Unido siga siendo el mejor lugar para la ciencia y la innovación, 11) Continuar la cooperación con la UE en la lucha contra el crimen y el terrorismo, y 12) Conseguir una salida ordenada. Ahora, el citado proyecto de ley debe pasar a la Cámara de los Lores, con el objetivo de que éste sea aprobado y sancionado por la reina Isabel II previsiblemente el 9 de marzo, de manera que la Primera Ministra británica comunique formalmente a los otros 27 Estados miembros de la UE la decisión de salir de la UE. Desde una perspectiva empresarial, la Confederación Británica de Industria (CBI, homóloga de CEOE), subraya que es de vital importancia que el mundo empresarial sea escuchado claramente tanto en Reino Unido como en toda Europa para hacer del Brexit un éxito que asegure prosperidad, y que apoyará al Gobierno británico a lograr el mejor resultado para el país. En este sentido, CBI insiste en que volver a las reglas de la Organización Mundial del Comercio sería perjudicial para las empresas, por lo que debe presionarse para lograr el mejor acuerdo posible, con una salida que de verdad sea ordenada, y subraya la importancia de que las empresas tengan acceso a los trabajadores (cualificados o no) que requiere la economía para prosperar.

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