Habida cuenta del indeseado y rápido avance del coronavirus (COVID-19) en Bélgica, incluida Bruselas, la Comisión Europea, entre otras medidas de urgencia, dio instrucciones a todo sus empleados que no desempeñen funciones críticas de teletrabajar a partir del 16 de marzo y anunció que todas las reuniones serán por videoconferencia, postpuestas o anuladas. Por su parte, el Parlamento Europeo modificó su agenda anulando toda actividad parlamentaria a partir del 16 de marzo, que se suma a la instrucción dictada el 3 de marzo por la que se prohibió toda actividad que no esté directamente relacionada con la labor legislativa. Del mismo modo, el Consejo de la UE ha reducido las reuniones de sus grupos de trabajo al mínimo y de las previstas a nivel ministerial solo se mantiene la del Eurogrupo y Ecofin de 16 y 17 de marzo, respectivamente. Por último, el 13 de marzo el Gobierno federal belga emitió un comunicado con las nuevas recomendaciones adoptadas hasta el 3 de abril. Básicamente, consisten en el cierre de guarderías, escuelas y universidades, así como de bares, discotecas restaurantes y de establecimientos comerciales durante el fin de semana que no sean supermercados ni farmacias. En materia laboral, el Gobierno federal belga recomendó que el trabajo debe continuar privilegiando el teletrabajo e incluso reforzándolo en caso necesario. Tanto el Comité Económico y Social Europeo, como BusinessEurope, han puesto en marcha medidas para el seguimiento exhaustivo de las citadas recomendaciones.