La Unión Europea estuvo representada por los Presidentes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, así como por el Alto Representante para la Política Exterior y Seguridad Común. Por su parte, China lo estuvo por su Primer Ministro, Li Keqiang, y su Presidente, Xi Jinping. Aunque no hubo comunicado conjunto, la parte europea recordó la importancia de avanzar en las negociaciones de un acuerdo de inversión bilateral, abiertas en 2013. Asimismo, enfatizó la urgencia de abordar el comportamiento de las empresas estatales chinas en el mercado europeo, así como la necesidad de que Pekín sea transparente en materia de subsidios y revise las normas de transferencia forzosa de tecnología. En cuanto a digitalización, ambas partes resaltaron su enorme relevancia, aunque la Unión Europea recordó a China la necesidad de solventar cuestiones básicas como la ciberseguridad y la desinformación. Por último, China y la Unión Europea abordaron otros retos como la gobernanza global, tanto de los intercambios comerciales como en relación con la lucha contra el cambio climático. Desde una perspectiva empresarial, BusinessEurope lamentó la falta de avances en asuntos claves como el mencionado acuerdo sobre inversión, el acceso a los mercados o la garantía de unas condiciones equitativas de competencia.