Bajo el convencimiento de que una Unión Europea más fuerte necesita una política comercial y de inversión más asertiva, la Comisión Europeo lanzó un proceso de consulta pública hasta el 15 de septiembre para recabar opiniones sobre cómo: (1) apoyar el desarrollo de una economía resiliente y sostenible tras la pandemia; (2) reformar la Organización Mundial del Comercio para revitalizar el multilateralismo; (3) crear más oportunidades comerciales para empresas, en particular las PYME, lo que supone eliminar obstáculos comerciales que, según el informe de la Comisión para 2019 se concentraron en los mercados chino y ruso; (4) contribuir a la sostenibilidad, el cambio climático o la digitalización a nivel mundial; (5) consolidar las relaciones con los principales socios comerciales; y, (6) asegurar la igualdad de condiciones y la protección de los operadores europeos, una cuestión que pasa también por abordar el falseamiento de la competencia que suponen las subvenciones por terceros estados a empresas que operan en el mercado europeo y que está siendo objeto de otra consulta pública específica (véase titular sobre el Libro Blanco al respecto).