Tras la conclusión de las negociaciones el 24 de diciembre y la ratificación posterior del Acuerdo de Comercio y Cooperación, la UE y Reino Unido son ya dos mercados separados y dos espacios normativos jurídicos distintos. El texto pactado consta de tres pilares: un acuerdo de Libre Comercio, una nueva asociación para la seguridad, y un acuerdo horizontal sobre gobernanza. Por parte británica, tanto la Cámara de los Comunes como de los Lores validaron el 30 de diciembre el acuerdo. Por parte europea, el Consejo autorizó por procedimiento escrito la aplicación provisional del mismo, hasta el 28 de febrero de 2021; de manera que el Parlamento Europeo pueda estudiar ahora detenidamente el contenido del mismo para su ratificación formal. Desde un punto de vista empresarial, si bien el acuerdo está muy lejos de los objetivos esperados, debe convertirse en el fundamento de unas relaciones sólidas que asegure un campo de juego nivelado propiciando una cooperación más estrecha en ámbitos fundamentales para la competitividad empresarial.