El Presidente francés, Emmanuel Macron, presentó ante la Asamblea Nacional y el Senado las líneas directrices de su mandato, que fueron completadas al día siguiente por el Primer Ministro de Francia, Edouard Philippe, cuyo programa de gobierno fue aprobado por 370 votos de los 577 escaños que posee la Asamblea nacional francesa. Por un lado, destacan medidas en el ámbito socioeconómico, como por ejemplo la preparación de una hoja de ruta social que incluirá la reforma del mercado de trabajo en consulta con los interlocutores sociales en 2017, la puesta en marcha de medidas para mejorar el poder adquisitivo y para asegurar el recorrido profesional; la bajada del coste laboral y disminución progresiva del impuesto sobre sociedades; reformas fiscales sobre el impuesto al patrimonio inmobiliario; inversión de 50.000 millones de euros en sectores claves; apoyo a la industria y el fortalecimiento de las PYME en su exportación; y definir una estrategia nacional sobre inteligencia artificial. Por otro, se subrayó el interés de lograr el equilibrio de las finanzas públicas con el objetivo de reducir el déficit al 3% del PIB desde 2017 a través de una bajada de la presión fiscal y del gasto público (-1 punto y -3 puntos del PIB sobre los 5 años respectivamente); así como llevar a cabo una transición ecológica respetando el Acuerdo de París sobre cambio climático y presentar una reforma sobre mejora de la educación antes de septiembre de 2018. Igualmente, destaca el anuncio de reformar las Instituciones francesas en el plazo de un año, con medidas como la reducción en un tercio el número de diputados y senadores, una mejora de la representatividad en el Parlamento y acabar con la proliferación legislativa y agilizar la tramitación normativa. Por último, en lo que respecta a la Unión Europea, la agenda del gobierno francés se centrará en reconciliar a los ciudadanos con la UE; poner en marcha medidas para una UE que proteja, con una zona euro más eficiente, y avanzar en la política de defensa; y preparar las tres negociaciones cruciales sobre el futuro de la UE relativas a la redefinición del proyecto europeo a 27, lograr una salida ordenada de Reino Unido, y las perspectivas financieras de la UE después de 2020.
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