Las interrupciones causadas por la invasión de Ucrania por parte de la Federación Rusa (en adelante, “Rusia”), las consiguientes sanciones económicas a Rusia y sus posibles represalias han afectado gravemente a los mercados mundiales. Los precios del petróleo, el gas y ciertos productos agrícolas han aumentado, intensificando las presiones inflacionarias y amenazando la seguridad alimentaria en algunas economías en desarrollo. La incertidumbre también golpeó a los mercados en relación con los metales que se producen en Rusia y que son indispensables para las cadenas de suministro de la producción manufacturera moderna. El aluminio, el níquel, el paladio y el vanadio se encuentran entre esas materias primas. Además, el comercio de potasa, un insumo esencial en la producción de fertilizantes, también se ha visto afectado.