Aunque se esperaba que la presión temporal derivada de la finalización del periodo transitorio el próximo 31 de diciembre iba a suponer una aceleración de las conversaciones, no ha sido así. La quinta ronda de negociaciones finalizó el 2 de julio constatando las dificultades para avanzar. Michel Barnier, el Negociador Jefe de la UE, constató ese mismo día la persistencia de “serias divergencias” en torno a, en primer lugar, la garantía de un marco equitativo que asegure una competencia leal y, sobre todo, preserve el buen funcionamiento e integridad del mercado interior europeo; en segundo lugar, el logro de un acuerdo de pesca que ofrezca una solución duradera y sostenible; y, en tercer lugar, un marco de gobernanza de las nuevas relaciones sólido y conforme al Derecho europeo. Unas diferencias de enfoque que el Negociador Jefe británico, David Frost, también reconoció en su comunicado de 2 de julio. No obstante, tal y como urgió BusinessEurope, la voluntad de ambas partes es continuar negociando en busca de un acuerdo amplio que tendría que llegar, como tarde, en octubre para que pudiera entrar en vigor el 1 de enero de 2021 y evitar una situación de caos. La Canciller alemana, actual Presidenta del Consejo de la UE, advirtió el 2 de julio de la conveniencia de prepararse para todos los escenarios, incluido el peor, es decir, la desconexión abrupta y definitiva.

 

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