El Ejecutivo europeo decidió poner en marcha el mecanismo de solución de diferencias contra Argelia tras considerar que las restricciones impuestas a las exportaciones e inversiones de la UE en sectores como el agrícola o el automóvil están perjudicando la actividad de las empresas europeas. Como próximos pasos, la UE ha solicitado celebrar consultas con las autoridades argelinas con vistas a la eliminación de las restricciones existentes. En caso de no alcanzar ningún resultado, la Comisión se reserva el derecho a solicitar el establecimiento de un tribunal de arbitraje en virtud del Acuerdo de Asociación UE-Argelia.