Tras la reciente adopción del Reglamento por el que se fija en un 55% para 2030 el objetivo de reducción neta de emisiones (más conocido como “Ley Europea del Clima”), la Comisión Europea presentó el paquete “Fit for 55” compuesto por más de 11 textos legislativos con medidas concretas, interrelacionadas y complementarias para alcanzarlo. Además de la Comunicación explicativa, las principales iniciativas que contiene son, por un lado, una propuesta de Reglamento para la Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM, por sus siglas en inglés) para abordar la fuga de carbono de las importaciones de aluminio, acero, cemento, fertilizantes y generación eléctrica. Por otro, una propuesta de revisión de la Directiva que establece un Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE), planteando una aceleración del ritmo anual de reducción, así como la inclusión por primera vez las emisiones del transporte marítimo y establece un nuevo RCDE separado para el transporte por carretera y los edificios. Además, propone la eliminación gradual de la asignación gratuita de derechos de emisión para la aviación y ajustarse al Plan de Compensación y Reducción del Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA).

 

 

Otra de las propuestas más significativas es la revisión del Reglamento sobre estándares de emisiones de CO2 para turismos y vehículos comerciales ligeros, para que éstos emitan un 55% menos en 2030 y un 100% menos en 2035 respecto a los niveles de 2021. En paralelo, la propuesta de revisión del Reglamento sobre la infraestructura de combustibles alternativos plantea exigir el establecimiento en autopistas de puntos de recarga eléctrica y de hidrógeno cada 60 y 150 kilómetros respectivamente, y el suministro de electricidad limpia en puertos y aeropuertos. Asimismo, figuran las iniciativas ReFuelEU y FuelEU, dos propuestas de Reglamento orientadas a, por un lado, obligar a los proveedores a incorporar combustibles más sostenibles en los aeropuertos de la UE y, por otro, promover el uso de combustibles sostenibles en el transporte marítimo estableciendo un límite máximo para el contenido de gases de efecto invernadero en la energía para buques en puertos europeos. También contiene propuestas de revisión de los Reglamentos sobre el reparto del esfuerzo, para asignar objetivos reforzados de reducción de emisiones a cada Estado miembro; y sobre el uso de la tierra y la silvicultura.

 

 

En materia energética, figuran las propuestas de revisión de las Directivas sobre Energías Renovables, Eficiencia Energética y sobre Fiscalidad de la Energía. La primera, propone establecer el objetivo de que el 40% de la energía eléctrica sea de origen renovable para 2030 y reforzar los criterios de sostenibilidad en el uso de la bioenergía. La segunda, apuesta por un objetivo anual vinculante para reducir el consumo de energía en el que, para alcanzarlo, el sector público tendría que renovar el 3% de sus edificios anualmente. La tercera busca acompasar la fiscalidad de los productos energéticos con las políticas energéticas y climáticas de la UE, para promover tecnologías limpias, eliminar exenciones obsoletas y los tipos reducidos que fomentan los combustibles fósiles. Por último, destaca la propuesta de Reglamento para crear un Fondo Social para el Clima que proporcione 72.200 millones de euros del presupuesto europeo en concepto de financiación a los Estados miembros, para el periodo 2025-2032, orientado a acompañar la transición climática.

 

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