El Consejo debatió y adoptó conclusiones sobre la situación política de Libia y la necesidad de que dicho país recupere la estabilidad, a lo cual intentará ayudar la UE conjuntamente con Naciones Unidas, la Liga de los Estados Árabes y la Unión Africana. Asimismo, el Consejo analizó el proceso de paz de Oriente Próximo, reiterando su preocupación por los nuevos asentamientos anunciados por Israel y pidió a las dos partes que se abstengan de tomar medidas susceptibles de recrudecer el conflicto. Por otro lado, el Consejo evaluó la situación actual en Ucrania, manifestando su firme compromiso de apoyar el programa de reformas de dicho país, aportando ayuda financiera sustancial y continuada, pero solicitando que se adopten formalmente las reformas ya señaladas y avanzar en las relativas a la reforma constitucional, judicial y electoral; la administración pública, y el sector energético. Por último, el Consejo intercambió puntos de vista sobre la situación en Egipto y cómo avanzar en las relaciones bilaterales para apoyar el crecimiento económico y la creación de empleo, el diálogo, la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos, la cooperación en ámbitos como la lucha antiterrorista y la migración y el papel de Egipto en la región.
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