Seis meses después de su llegada al puesto de Primera Ministra, Theresa May explicó cuáles serán los objetivos del Gobierno británico en las negociaciones para el abandono de la UE (Brexit), cuya intención es activar el artículo 50 antes de que termine el próximo mes de marzo.  Se trata de doce objetivos estructurados en torno a cinco prioridades: certeza y claridad, un Reino Unido más fuerte,  más justo, más global y un enfoque progresivo. En concreto, confirmó que Reino Unido abandonará el mercado único europeo y la unión aduanera, por lo que subrayó su intención de negociar un acuerdo de asociación lo más amplio y ambicioso posible con la UE. También mencionó la intención de mantener un espacio común de movimiento con Irlanda, Estado miembro de la UE y fronterizo con Reino Unido.  Otros de sus objetivos es adoptar sus propias leyes migratorias, así como garantizar lo antes posible los derechos de los comunitarios que viven en Reino Unido y los de los británicos que residen en el continente europeo.

Asimismo, abogó por un acuerdo transitorio entre Londres y Bruselas que permita evitar un abismo reglamentario y aplicar de forma ordenada el nuevo marco resultante de la negociación del Brexit, así como cooperar con la UE en la lucha contra el crimen y el terrorismo, incluida la política de seguridad y defensa.  Desde una perspectiva empresarial, la Directora General de la Confederación Británica de Industria (CBI, homóloga de CEOE), Carolyn Fairbairn, reconoció que la exclusión del mercado interior europeo disminuirá las opciones para preservar una relación comercial libre de obstáculos con la UE. Asimismo, advirtió del riesgo de caer bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en caso de no cerrar un buen acuerdo con la UE en el plazo marcado.

Más información aquí

Comparte esta información: