Pasados tres años y medio desde el referéndum británico a favor del abandono de la UE, de 23 de junio de 2016, y más de dos de intensas negociaciones entre ambas partes, el 31 de enero a media noche Reino Unido deja de pertenecer a la Unión Europea. Como el resultado de las negociaciones ha sido un Acuerdo de Retirada que establece los términos de la desconexión y que ha sido ratificado por ambos parlamentos, el británico el 22 de enero y el europeo el 29, y convertido inmediatamente después en ley, los efectos de su retirada no van a ser inmediatos. La razón es que el 1 de febrero comienza el periodo transitorio, previsto en dicho Acuerdo de Retirada, hasta el 31 de diciembre de este año. Un periodo durante el cual, por un lado, las relaciones entre la UE y Reino Unido seguirán igual que ahora, salvo la representación institucional británica en la UE, que cesa; y, por otro, se abrirá la segunda fase, las conversaciones para lograr un acuerdo que determine el marco de la vinculación futura. Un marco que, desde una perspectiva empresarial, debe ser lo más amplio posible contemplando no solo el intercambio de mercancías, sino de servicios, conectividad, propiedad intelectual, contratación pública y pesca, entre otras cuestiones fundamentales. Teniendo en cuenta que, en primer lugar, las líneas rojas británicas siguen siendo el abandono de la unión aduanera y el mercado interior y que, en segundo lugar, el plazo para culminar la negociación del marco de relaciones futuras finaliza, en principio, dentro de 11 meses, el gran reto es lograr un pacto ambicioso en tan poco tiempo. Como indica BusinessEurope, las empresas están lejos de tener certidumbre sobre la futura relación con Reino Unido y el riesgo de un nuevo “abismo reglamentario” continúa existiendo. Por tanto, es muy importante involucrar y contar las empresas y las organizaciones empresariales que las representan a lo largo de este nuevo proceso negociador. Por su parte, la Ministra española de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, ha señalado el 31 de enero que, pese a que Reino Unido es un país amigo, en unas negociaciones comerciales no se habla de amistad y de los viejos tiempos, sino de los intereses estratégicos de cada parte. Unos intereses que en el caso de nuestro país incluyen los derechos de los ciudadanos y empresas y que se abordaron en la reunión que tuvo lugar en Madrid el 30 de enero entre el Jefe Negociador de la UE, Michel Barnier, y el Presidente del Gobierno, así como con la Vicepresidenta para Asuntos Económicos y la Ministra de Exteriores. Como próximos pasos, el 3 de febrero la Comisión Europea presentará el borrador de mandato negociador, que el Consejo tiene previsto adoptar el día 25 para que las negociaciones puedan comenzar en marzo. En paralelo, tanto la UE como Reino Unido deberán asegurar el adecuado cumplimiento del mencionado Acuerdo de Retirada.

 

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