Según un nuevo análisis económico realizado por el American Chemistry Council (ACC), la mayoría de los estadounidenses se verían gravemente afectados a menos que el Congreso actúe rápidamente para evitar una huelga ferroviaria y el consiguiente cierre de la red de ferrocarriles de mercancías del país.
El impacto de una posible huelga se sentiría casi inmediatamente en términos de cierre de empresas, escasez de materiales y bienes, y pérdida de actividad económica. Según el análisis de la ACC, una huelga de un mes de duración probablemente frenaría varios de los principales indicadores económicos hasta la primera mitad de 2023:
- Pérdida de puestos de trabajo: La economía estadounidense perdería 700.000 puestos de trabajo en múltiples industrias y sectores económicos. Estas pérdidas borrarían esencialmente las ganancias de empleo realizadas en los últimos tres meses.
- Repunte de la inflación: El Índice de Precios al Productor (IPP) se dispararía un cuatro por ciento. El IPP mide la inflación desde el punto de vista de la industria y se considera un indicador adelantado de la inflación al consumidor. Un repunte del cuatro por ciento representaría un aumento de veinte veces sobre la última lectura del IPP.
- Desaceleración económica: El Producto Interior Bruto (PIB) se contraería un punto porcentual, lo que supondría una pérdida de casi 160.000 millones de dólares en la economía. Para poner esto en perspectiva, durante el colapso financiero de 2008, la economía perdió 210.000 millones de dólares hasta la primera mitad de 2008.