Desde que se nombrase en julio al conservador Boris Johnson como nuevo Primer Ministro de Reino Unido en sustitución de Theresa May, no sólo no ha habido avances en las negociaciones entre el gobierno británico y la Unión Europea sobre su salida, cuyo plazo sigue siendo el 31 de octubre; sino que la crisis política interna en Londres no ha hecho más que crecer. Tras la decisión de Boris Johnson de cerrar el Parlamento británico entre el 10 de septiembre y el 14 de octubre, la Cámara de los Comunes, en su primera sesión parlamentaria, votó el 3 de septiembre con una mayoría de 328 diputados, incluidos 21 diputados conservadores, frente a 301, a favor de respaldar una moción de debate al día siguiente para refrendar un proyecto de ley, que a su vez fue aprobado por 327 diputados frente a 299 en contra. Dicha propuesta obliga al Ejecutivo británico a pedir una nueva prórroga de la fecha de salida si no hay acuerdo con la UE antes del 19 de octubre, y cuya nueva extensión sería hasta el 31 de enero de 2020 para seguir negociando tres meses más una salida ordenada. Asimismo, la Cámara de los Comunes impidió que Jonhson anunciara nuevas elecciones anticipadas el 15 de octubre, que se celebrarían dos días antes del próximo Consejo Europeo, ya que no consiguió la mayoría de dos tercios requerida (sólo obtuvo 298 votos a favor, y necesitaba 434); aunque tiene previsto volver a presentar una moción al respecto el próximo lunes. De momento, esta ley para evitar un Brexit duro está siendo examinada en la Cámara de los Lores y, si se aprueba finalmente, es probable que el partido de la oposición, el Partido Laborista, sí contemple la posibilidad de apoyar unas elecciones anticipadas. Por su parte, el Presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, convocó una reunión extraordinaria de todo su equipo para revisar el plan nacional de contingencia. En la misma, se acordó celebrar reuniones semanales a partir de ahora para hacer un seguimiento exhaustivo de la implementación de los últimos detalles de dicho plan, de forma que se asegure que España pueda afrontar una posible salida no pactada en las mejores condiciones. Además, se informó que habrá un refuerzo de la cooperación con las Comunidades Autónomas y se convocará próximamente una reunión de la Conferencia de Asuntos Relacionados con la Unión Europea (CARUE), con el fin de informar de los avances producidos y afrontar, de forma coordinada, este último período hasta el 31 de octubre para el caso de que se produjera un Brexit duro.

 

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