La Comisión Europea presentó una estrategia para modernizar la comunicación de información con fines de supervisión en materia financiera, con el fin de dotar a las autoridades nacionales y europeas de supervisión de un sistema preciso y eficaz de datos, y minimizar así su carga global. Los objetivos principales son: (i) garantizar unos datos coherentes y normalizados, (ii) facilitar el intercambio y la reutilización de los datos notificados entre las autoridades, (iii) mejorar el diseño de los requisitos de información, y (iv) establecer mecanismos conjuntos de gobernanza. La Comisión propone un enfoque gradual para la implementación de esta estrategia, apostando por una estrecha colaboración con el sector privado en los próximos años.